La médula ósea se encuentra en el interior de los huesos. En esos espacios se ubican gran cantidad de células progenitoras (células "stem") que dan origen a los distintos elementos que luego circulan en la sangre, tales como glóbulos blancos, rojos y plaquetas. Estas células son las que cumplen funciones de defensa contra las infecciones, oxigenación de los tejidos y coagulación de la sangre, respectivamente. Estas células "stem" también circulan habitualmente en el sistema sanguíneo en muy pequeña cantidad, pero su proporción aumenta significativamente durante el período de recuperación post-quimioterapia, sobre todo si se han utilizado los factores estimulantes de colonias (G-CSF o GM-CSF) para acelerar dicha recuperación hematológica. |
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Las distintas drogas conocidas genéricamente como quimioterapia al igual que la radioterapia que se utilizan actualmente para combatir enfermedades malignas, tienen efectos secundarios no deseados.
Uno de los más importantes es afectar la normal producción de células por la médula ósea, motivo por el que frecuentemente causan descensos en las cifras de recuentos celulares (hemogramas).
En determinadas circunstancias puede ser necesario emplear dosis muy altas de quimioterapia para combatir la enfermedad. En estos casos, el efecto de los quimioterápicos sobre la médula ósea podría ser muy destructivo.
Para solucionar este problema, se ha desarrollado en los últimos años la técnica del trasplante autólogo que consiste básicamente en extraer células progenitoras "stem" de la médula ósea y/o sangre periférica y conservarlas a temperaturas muy bajas, (criopreservación), luego administrar quimioterapia en dosis máximas y una vez pasado el efecto tóxico de la misma reinfundir las células extraídas.
En muchos casos resulta conveniente realizar la extracción y congelación en una etapa temprana de la enfermedad como reaseguro, previniendo una eventual futura necesidad de dar altas dosis de quimioterapia en una etapa mas avanzada, lo que no necesariamente sucede en todos los casos.
· MEDULA OSEA ·
El procedimiento de extracción de la médula ósea se realiza bajo anestesia general. Se realizan múltiples punciones en los huesos de la pelvis seguidas de enérgicas aspiraciones obteniéndose las células progenitoras medulares mezcladas con sangre. La duración total de este procedimiento no suele superar las dos horas. El sitio de las punciones puede quedar algo dolorido. Para calmar el dolor se administran analgésicos; en general el dolor es leve y no impide realizar tareas habituales. La mayoría de los paciente son dados de alta al día siguiente de la extracción.
Se extraen aproximadamente 10 a 15 ml de médula ósea mezclada con sangre por cada kilogramo de peso corporal. Para un adulto normal el volumen final extraído puede superar los 1.000 ml.
Esa mezcla se filtra para eliminar pequeños coágulos ó partículas óseas y se coloca en bolsas plásticas especiales estériles para ser congeladas en nitrógeno líquido (a 196 grados bajo cero aproximadamente) en donde puede mantenerse hasta tres años con buena viabilidad.
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CELULAS PROGENITORAS "STEM" DE SANGRE PERIFERICA ·
Como método de estimulación o "movilización" de células "stem", a la sangre periférica se administra por inyección subcutánea (debajo de la piel) en forma diaria un factor estimulante del sistema hematológico (G-CSF o GM-CSF)
Para la recolección de células progenitoras de sangre periférica no se requiere anestesia de ningún tipo
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Se necesita que existan al menos dos buenos accesos venosos (venas de buen calibre que puedan ser punzadas sin inconveniente en cada procedimiento de recolección) que permitan que salga y entre sangre del cuerpo con flujos adecuados. Si el paciente tiene malos accesos (venas finas o trombosadas e insuficientes) se coloca un catéter venoso central, que es un tubo plástico de unos 30 cm de largo que tiene en realidad dos tubos internos y que termina en uno de sus extremos en dos cabos que son los que se utilizan para conectar jeringas o tubuladuras que permiten extraer sangre e infundir cualquier sustancia líquida, por punción (esta es la forma más habitual) o mediante una pequeña incisión. En ambos casos se utiliza anestesia local. |
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En general son escasas las molestias que genera la inserción del catéter y muy poco frecuentes las complicaciones que pueden ser hemorrágicas o infecciosas.
Un separador celular es una máquina que consiste básicamente en bombas que extraen sangre del paciente, la transfieren al sistema de separación y posteriormente la devuelven activamente a la circulación; también posee un sistema de centrifugación y un sistema de computación que permite extraer el tipo de células deseado controlando al mismo tiempo todos los parámetros en juego a fin de preservar la integridad del paciente.
La sangre se encuentra en todo momento dentro de un descartable de plástico estéril de circuíto cerrado que se desecha una vez terminado el procedimiento.
Generalmente no existe incomodidad en el procedimiento, el que solo en muy raras ocasiones puede producir cuadros de hipotensión. Otra posible molestia son sensaciones de hormigueo en las extremidades y/o alrededor de los labios que son producidas por el anticoagulante y que se superan rápidamente con la administración de gluconato de calcio.
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